El primer paso para intentar controlar la dermatitis en los bebés es descubrir qué es lo que está causando el sarpullido. Aprendí eso cuando mi hija tuvo dermatitis en sus primeros años de vida. Cuando descubres qué es lo que está causando el eccema y lo apartas de tu bebé, se nota inmediatamente una reacción positiva y eso representa un alivio enorme tanto para el pequeño como para nosotros, los padres.
El sarpullido es un síntoma de muchos cuadros clínicos diferentes, de alguna enfermedad, del contacto con sustancias irritantes, de alergias o de la constitución genética individual.
La dermatitis por contacto es la más común y sus causas son más fácilmente detectables porque provoca inflamación, picazón y ardor en las zonas que estuvieron en contacto con la sustancia irritante, de una forma inmediata. No es tan difícil identificar lo que está causando la dermatitis por contacto. Con un poquito de observación puedes hacerlo. Por ejemplo, a mi hija noté que el enrojecimiento se daba mucho en la parte de atrás de su cuello y a los lados de su tripita, justo en las zonas donde coincidía su piel con las etiquetas de las ropas que no eran precisamente de algodón. Lo que hice fue quitar todas las etiquetas y vestir a mi pequeña sólo con prendas de algodón natural. El resultado se hizo notar enseguida. El hilo de la costura así como las etiquetas de las ropas son sintéticos, normalmente hechos de poliéster, un material alérgico para muchos bebés.
La utilización inapropiada de remedios caseros como alcohol, champú, detergentes u otro producto para controlar el eczema, también puede ser peligrosa para los bebés, y puede incluso agravar los síntomas.
Lo mejor es mantener una higiene adecuada con el baño diario solo con agua y usar, según lo que prescribe el médico, lociones, cremas con cortisona o humectantes para aliviar la inflamación y la picazón. Hay tratamientos que también incluyen antihistamínicos.
La curación de la dermatitis se hace más larga y más difícil cuando el bebé se rasca y se hace daño dando lugar a las heridas, costras o ampollas. Aparte de evitar el contacto de la piel del bebé con material sintético, también es aconsejable que sus ropas sean ligeras y sueltas para permitir la transpiración.
El sudor ocasionado por el calor puede hacer con que el sarpullido se extienda por la carita, brazos, piernas, barriga, axilas, entrepiernas y zonas de uso de pañal del bebé, que puede ser controlado con el baño diario. En todo caso, ante cualquier duda, lo mejor es consultar el pediatra.