El diagnóstico de asma se basa en varios factores, incluidos una historia clínica detallada, una exploración física, los síntomas, la salud general y los resultados de los análisis.
Historia clínica
El primer paso para diagnosticar el asma es hablar con el médico sobre tus síntomas y sobre tu salud. Esto puede dar pistas sobre si el asma o algo más provoca los síntomas. Es probable que el médico te haga preguntas acerca de los síntomas y de la exposición a las sustancias que se vinculan con el asma. Tus preguntas podrían ser:
- ¿Qué síntomas tienes? ¿Cuándo se manifiestan? ¿Existe algo que, al parecer, los desencadene?
- ¿Sueles estar expuesto al humo del tabaco, a gases de sustancias químicas, al polvo o a otros agentes irritantes presentes en el aire?
- ¿Tienes rinitis alérgica (fiebre del heno) u otra afección alérgica?
- ¿Tienes parientes consanguíneos que padezcan asma, rinitis alérgica (fiebre del heno) u otras alergias?
- ¿Qué problemas de salud tienes?
- ¿Qué medicamentos o suplementos herbarios tomas?
- ¿A qué te dedicas?
- ¿Tienes aves de mascota o crías palomas?
Exploración física
El médico puede hacer lo siguiente:
- Examinar la nariz, la garganta y las vías respiratorias superiores.
- Usar un estetoscopio para escuchar la respiración. La sibilancia —sonidos agudos similares a un silbido al exhalar— es uno de los principales signos del asma.
- Examinar la piel para detectar signos de afecciones alérgicas, como eccema y urticaria.
El médico querrá saber si tienes signos y síntomas frecuentes del asma, como los siguientes:
- Silbido del pecho recurrente
- Tos
- Problemas para respirar
- Opresión en el pecho
- Síntomas que aparecen o empeoran por la noche
- Síntomas que se desencadenan por tomar aire frío, ejercitarte o exponerte a alérgenos.
Signos y síntomas del asma en los niños
En los niños, hay otros signos y síntomas que pueden indicar asma. Estos pueden ser los siguientes:
- Respiración más fuerte o más rápida de lo normal. Los recién nacidos suelen tener entre 30 y 60 respiraciones por minuto. Los niños de uno a dos años suelen tener entre 20 y 40 respiraciones por minuto.
- Tos frecuente o tos que empeora después de jugar activamente.
- Tos, moco transparente y catarro provocados por rinitis alérgica (fiebre del heno).
- Faltar con frecuencia a la escuela.
- Participación limitada en actividades físicas.
Pruebas Multimedia
Tu médico puede recurrir a varias pruebas para determinar cómo están funcionando los pulmones.
Espirometría
Esta es la prueba más importante que generalmente usan los médicos para diagnosticar el asma en personas de 5 años o más.
Para ayudar a determinar cómo están funcionando los pulmones (función pulmonar), te pedirán que inspires profundamente y que sueltes el aire (exhalar) con fuerza dentro de un tubo conectado a un espirómetro. Esto registra tanto la cantidad (volumen) del aire que exhalas como la rapidez con la que exhalas. Si algunas mediciones clave están por debajo de lo normal para una persona de tu edad, esto puede indicar que el asma ha estrechado las vías respiratorias.
Después de tomar las mediciones del examen de pulmón, es posible que el médico te pida que inhales un medicamento para el asma a fin de despejar las vías respiratorias, y que luego repitas el examen. Una mejoría significativa después de tomar el medicamento podría indicar que tienes asma.
Prueba de provocación
Si los resultados de la espirometría son normales o casi normales, el médico podría tratar de desencadenar los síntomas del asma al pedirte que inhales una sustancia que causa que las vías respiratorias se estrechen en las personas que padecen asma, por ejemplo, metacolina.
Si pareces tener asma desencadenada por el ejercicio (asma inducida por el ejercicio), es posible que el médico te pida que hagas actividad física para ver si esto desencadena los síntomas.
Después de cualquiera de estas acciones, deberás repetir la espirometría. Si las mediciones de la espirometría siguen siendo normales, probablemente no tengas asma. Pero si las mediciones disminuyen significativamente, es posible que sí lo tengas.
Pruebas de los pulmones en niños
Los médicos rara vez hacen pruebas de los pulmones en niños menores de 5 años. En su lugar, el diagnóstico generalmente se hace sobre la base de los signos y síntomas del niño, en su historia clínica y en la exploración física. Puede ser especialmente difícil diagnosticar el asma en niños pequeños, debido a que existen muchas afecciones que causan síntomas similares al asma a esta edad.
Si el médico de tu hijo sospecha que tiene asma, es posible que le recete un broncodilatador, un medicamento que despeja las vías respiratorias. Si los signos y síntomas de tu hijo mejoran después de usar el broncodilatador, es posible que tu hijo tenga asma.
Análisis de óxido nítrico exhalado
Te pedirán que respires dentro de un tubo conectado a una máquina que mide la cantidad de óxido nítrico gaseoso que hay en el aire exhalado. Normalmente, el cuerpo produce óxido nítrico gaseoso, pero los niveles elevados de este gas en tu aliento pueden significar que las vías respiratorias están inflamadas, un signo del asma.
Pruebas adicionales: cómo descartar afecciones además del asma
Si el médico sospecha que tienes otra afección además del asma, es posible que te pidan las siguientes pruebas:
- Radiografías de tórax y de los senos paranasales
- Análisis de sangre
- Tomografías computarizadas de los pulmones
- Evaluación del reflujo gastroesofágico
- Análisis de la flema de los pulmones (inducción y análisis del esputo) para detectar signos de infección viral o bacteriana
Posiblemente, el médico también quiera averiguar si hay otras afecciones que acompañan el asma y que pueden empeorar los síntomas. Algunas de estas pueden ser:
- Acidez estomacal (enfermedad por reflujo gastroesofágico)
- Rinitis alérgica (fiebre del heno)
- Sinusitis
El médico también puede hacer pruebas de alergia. Pueden ser pruebas cutáneas, análisis de sangre o ambos. Si bien no se utilizan para diagnosticar el asma, las pruebas de alergia pueden ayudar a identificar una afección alérgica, como la rinitis alérgica (fiebre del heno), que tal vez esté provocando los síntomas o esté empeorando el asma existente.
En algunas personas, el diagnóstico de la causa de los problemas respiratorios es un desafío. A veces es difícil diferenciar el asma de otras afecciones, en especial en niños pequeños. Cuando el asma y otra afección de las vías respiratorias se presentan en forma simultánea, se puede complicar aún más el diagnóstico.
Aunque el diagnóstico no sea certero, el médico puede recetar medicamentos u otros tratamientos para evaluar si dan resultado. Obtener un diagnóstico correcto y determinar cuál es el mejor tratamiento puede llevar tiempo y paciencia.